Hace algún tiempo que los Janonautas decidimos que haríamos turismo por Barcelona. E inauguramos estas salidas con uno de los monumentos que más nos gusta de la ciudad: la Basílica de Santa María del Mar de Barcelona. Este edificio muy conocido y querido por los barceloneses se hizo famoso entre los foráneos tras la publicación de la novela de Ildefonso Falcones, «La Catedral del Mar», en la que se novelaba la construcción de esta bonita basílica. Esta iglesia se encuentra además en el histórico Barrio del Born con sus estrechas callejuelas medievales y su animado ambiente que bien merece una visita. Seguidamente os presentamos cómo fue nuestra experiencia. Esperamos que os guste y que os animéis a visitar este magnífico lugar de Barcelona.
Situación
La Basílica de Santa María del Mar está situada en pleno Barri del Born (o de la Ribera) fuera de las murallas que delimitaban la antigua ciudad romana de Barcino. Este barrio era el de los comerciantes de la ciudad. Los habitantes de este barrio se dedicaban al comercio de todo tipo de mercancías (tanto de importación como de exportación).
En la zona se encontraban también talleres de artes y oficios de la época. Los nombres de las calles reflejan las actividades de los distintos gremios que ocupaban el barrio. Podemos encontrar calles con nombres como Sombrerers (sombrereros), Mirallers (cristaleros) o Argenters (plateros). El antiguo puerto estaba situado a muy poca distancia del barrio.
Historia
Durante el siglo XIV, en la época de mayor esplendor del comercio en la ciudad, las asociaciones gremiales decidieron construir un nuevo templo de dimensiones mayores del que tenían. Hasta entonces celebraran el culto en la pequeña iglesia de Santa María de las Arenas (muy cercana a la actual basílica). De este edificio no queda nada en la actualidad ya que se utilizaron sus piedras para la construcción de la Basílica de Santa María del Mar.
Las autoridades eclesiásticas estuvieron de acuerdo y el dinero de la construcción, en su totalidad, fue aportado por los distintos gremios de la ciudad. El entonces rey Pere III accedió a que se extrajera piedra de la vecina montaña de Montjuïc para la construcción de la basílica.
Los estibadores del puerto (llamados en la época bastaixos), los pescadores y los obreros fueron los que con su esfuerzo físico transportaron las piedras desde la montaña de Montjuïc hasta la zona de construcción de la basílica. Este tema queda muy bien explicado en la obra de Ildefonso Falcones.
Santa María del Mar se construyó en un tiempo récord para lo que era costumbre en la época. En tan sólo 54 años la basílica ya se pudo utilizar. En marzo de 1329 se ponía la primera piedra para la construcción del edificio. La basílica se dio por finalizada en noviembre de 1383 y el templo fue consagrado al año siguiente. Los maestros de obras fueron Berenguer de Montagut y Ramón Despuig.
Esto se debió a que los mecenas de la basílica eran los ricos comerciantes de la ciudad y tenían dinero suficiente para conseguir que las obras no se parasen ni se retrasasen. La construcción en tan poco tiempo conllevó que el estilo de la basílica sea gótico puro sin ninguna otra influencia y se trata por tanto del mejor ejemplo de estilo gótico catalán de la ciudad de Barcelona.
Debido a varios terremotos la basílica sufrió importantes daños. En uno de ellos el rosetón de la fachada cayó y se tuvo que construir uno nuevo en 1459. Su estilo es gótico flamígero. Los daños de los terremotos son aún visibles en las paredes exteriores.
El daño más importante sufrido por la basílica fue en julio de 1936 cuando ardió durante once días seguidos y se destruyó totalmente el retablo del altar. Tras el fuego sólo quedaron las paredes, las columnas y los ventanales más altos. La basílica fue restaurada pero en las dos naves laterales se mantuvieron los techos con las huellas del incendio.
Estilo
Como hemos comentado la Basílica de Santa María del Mar es de estilo gótico catalán. El edificio consta de tres naves, la central y dos laterales que a diferencia de las iglesias góticas de la época, miden pocos metros menos que la central. Esto da sensación de estar en un espacio diáfano y aporta mucha luminosidad al interior.
La nave central está rodeada por 16 columnas octogonales de 1,6 metros de ancho. Desde la misma entrada del templo se pueden ver todas las columnas alineadas. La basílica tiene 80 metros de altura y mide lo mismo de ancho que de alto (33 metros).
Las numerosas ventanas con vidrieras y la altura de las mismas hacen que la sensación en el interior sea de amplitud y luminosidad.
El altar mayor orginal quedó totalmente destruido tras el incendio de 1936. En la restauración llevada a cabo posteriormente se eliminaron todos los restos del presbiterio anterior y tan sólo se decoró con una imagen de la Virgen encima de un pedestal con un barco de madera.
Destacamos por su belleza la bóveda de la girola en el techo del prebisterio.
A lo largo de las naves laterales se construyeron diferentes capillas que representaban a los diferentes gremios de la ciudad (en total hay 30 de ellas). En estas capillas es donde realizaban sus reuniones los gremios.
El órgano actual no es el orginal, fue construido en 1741.
Nuestra visita
Desde hace un tiempo se puede hacer una visita guiada por los tejados de la Basílica de Santa María del Mar. El precio en fin de semana es de 8 euros los adultos y los niños gratis. Además en la entrada se incluye la visita a las cantorías que han sido restauradas.
Durante la semana habíamos enviado un e-mail a las oficinas de la basílica interesándonos por la visita y nos habían guardado las entradas. Nuestro guía, Pol, nos explicó la historia de la basílica y de su construcción de manera muy interesante y amena. La visita duró aproximadamente 1 hora pero se nos hizo muy corta.
Lo primero que visitamos fueron las cantorías. Están situadas a un nivel superior que la nave, justo detrás del altar mayor. Desde esta zona se tiene una perspectiva diferente del interior del templo.
Estas dependencias, que estaban cerradas al público desde hace siglos, se habían utilizado como lugar del coro, como espacios auxiliares del templo y hasta como almacén. Un corredor unía mediante puertas las distintas cantorías.
Os mostramos algunas de las fotos que los Janonautas hicimos desde esta zona de la basílica.
La visita a las terrazas se realiza en dos tramos. En el primer nivel se suben 70 escalones y se llega a la altura del rosetón. También se pueden ver las grietas de los daños producidos por los terremotos. Os dejamos algunas de las fotos realizadas por los Janonautas en este tramo.
Volvimos a la escalera para subir hasta el segundo tramo de las terrazas. En esta parte de la visita se tiene una perspectiva de 360º de la ciudad de Barcelona.
Se pueden ver con detalle las estrechas calles del Barri del Born, los tejados de las casas que rodean a la basílica así como los lugares de interés cercanos al templo.
Pisando los tejados se da la vuelta completa a la Basílica de Santa María del Mar y se pueden tocar sus pilares.
En la visita también se pasa junto a las dos torres ubicadas en las esquinas de la fachada central. Son torres de tres cuerpos y funcionan como campanarios, una de ellas tiene un reloj.
Las torres tienen forma octogonal. La torre de la izquierda (en el Carrer dels Sombrerers) es la más antigua.
También se accede a la zona de las campanas. Todas ellas tienen nombre femenino y siguen funcionando actualmente.
Alrededores
Como hemos comentado la Basílica de Santa María del Mar se encuentra en pleno corazón del Barri del Born. El barrio recibe este nombre ya que en la época medieval aquí se situaba la plaza en la que se celebraban los torneos (Born etimológicamente significa torneo o justa). Actualmente se ha convertido en un barrio de nuevas tendencias y moda. En el lateral izquierdo de la basílica encontramos el Fossar de les Moreres. Es una plaza construida sobre una fosa común de combatientes caídos durante el asedio de Barcelona en 1714 (Guerra de Sucesión Española).
En el siglo XII el párroco de Santa María de las Arenas solicitó a Bernat Marcús, un banquero muy conocido en la ciudad, que le cediese el espacio que ahora ocupa el Fossar de las Moreras para poder enterrar a los fieles en un lugar cercano a la basílica. Para mala suerte del Sr. Marcús él fue el primero en ser enterrado en este espacio.
El actual pebetero, que siempre está ardiendo, se colocó en conmemoración de los muertos de 1714. Además del pebetero hay una inscripción que recuerda a los muertos de esta fosa.
El Passeig del Born parte de la zona del ábside de la Basílica de Santa María del Mar. Es una calle peatonal en la que hay innumerables comercios y locales de restauración. En este lugar se situaba la antigua plaza en la que se celebraban los torneos medievales. Durante la época de la Inquisición era aquí donde se ajusticiaba a las víctimas.
De noche se convierte en uno de los espacios de moda y ocio más frecuentados por los jovenes.
Al final del Passeig del Born nos encontramos con el antiguo Mercat del Born. Se trata de un bonito edificio construido con una estructura de hierro y vidrio y que funcionaba como mercado de venta al por mayor. Actualmente es un centro cultural y de exposiciones. En el subsuelo, tras unas obras, se encontraron restos de la Barcelona del siglo XVIII destruida para construir una ciudadela militar por orden de Felipe V.
Muy cerca de aquí se encuentra el famoso Carrer de Montcada donde se situaban los antiguos palacios de nobles y mercaderes.
En uno de ellos, el del Baró de Castellet, en la actualidad está la sede del Museo Picasso de Barcelona. En otro se encontraba el original Museo del Mamut, cerrado actualmente.
Al final del Carrer de Montcada se encuentra la Capilla Marcús. Se trata de una de las capillas más antiguas de Barcelona. Fue construida en el siglo XII y es una de las pocas muestras de estilo románico en la ciudad. Lleva el nombre de su benefactor, el banquero Bernat Marcús (del que ya hemos hablado en el Fossar de les Moreres).
La capilla pertenecía a un antiguo hospital que fue construido gracias a las donaciones del banquero. Del edificio actualmente sólo queda la capilla. Los Janonautas no pudimos visitarla ya que estaba cerrada.
En esta zona también se encuentra el Mercat de Santa Caterina. Este mercado fue remodelado a principios del siglo XX. Se restauró el edificio y se colocó una llamativa cubierta ondulada de diferentes colores.
En este punto los Janonautas dimos por finalizado nuestro día de turismo por Barcelona. La experiencia había sido muy positiva y sin duda la repetiremos. Os recomendamos la visita a la Basílica de Santa María del Mar y la visita guiada a sus tejados tanto a los que la tenéis cerca como a los que visitéis la ciudad.
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