Una de las mejores experiencias que se pueden disfrutar en Escocia es dormir en un castillo escocés. Al preparar nuestro recorrido por tierras escocesas queríamos alojarnos una noche en un castillo. A través de la página www.celticcastles.com buscamos diferentes castillos que se ajustaran a la ruta que teníamos establecida para nuestro viaje y el elegido fue el Culzean Castle.
DORMIR EN UN CASTILLO ESCOCÉS
SITUACIÓN
El Culzean Castle se encuentra en la localidad de Maybole, en la costa de Ayrshir, que es la zona suroeste de Escocia. Nosotros fuimos desde la cercana Glasgow y en poco menos de 50 minutos estábamos en la puerta del castillo. Esta propiedad pertecene al National Trust for Scotland y está abierto al público. Dispone de 6 apartamentos en la segunda planta para los huéspedes. El castillo está construido en lo alto de un acantilado con vistas al Estuario de Clyde y a las montañas de la Isla de Arran.
CÓMO LLEGAR
El acceso al recinto del castillo está bien señalizado desde la carretera. En la entrada hay una garita en la que nos dieron las indicaciones para llegar al área de huéspedes. Pasamos bajo una gran puerta de piedra y cruzamos un puente desde donde ya pudimos ver los magníficos jardines.
Otra puerta de piedra da acceso a la gran plaza presidida por la Torre del Reloj y con un jardín en el centro. Cuando llegamos en la zona central del patio había mucha gente aún así la vista del castillo nos impresionó.
En la Torre del Reloj estaban las antiguas caballerizas del castillo y la cochera. El reloj se añadió en el siglo XIX. Actualmente la torre alberga la tienda de souvenirs.
Los huéspedes pueden entrar con el coche y aparcar delante de la puerta principal del castillo, siguiendo las indicaciones de Eisenhower Apartments. Para el resto de visitantes hay una zona habilitada para aparcar antes de la segunda puerta de piedra.
LOS APARTAMENTOS
Un asistente nos acompañó hasta la segunda planta donde se encuentran las habitaciones y las zonas comunes para los huéspedes. Subimos por la magnífica escalera oval. Es una torre de tres pisos con antiguas columnas griegas y barandillas decorativas. Está coronada por una cúpula iluminada de forma natural por una claraboya. Es realmente impresionante subir por ella y contemplar los cuadros y jarrones que la decoran.
Las habitaciones están distribuidas alrededor de una galería circular. Al principio puede confundir ya que todas las puertas son parecidas y se puede acabar dando vueltas a la galería.
El asistente nos enseñó la habitación y las demás zonas a disposición de los huéspedes: el salón, con sus bonitas vistas sobre el acantilado y la magnífica alfombra, el comedor, la sala de televisión … Íbamos a dormir en un castillo escocés!
NUESTRA HABITACIÓN
Nuestra habitación se llamaba Kennedy Room, apellido de los antiguos propietarios del castillo. Era amplia con una cama queen-size y una cama supletoria. La cama grande es muy cómoda pero la supletoria es un simple plegatín bastante incómodo.
Los muebles son antiguos y estaba decorada con mucho gusto. Hay también una chimenea pero al ser verano no pudimos saber si funciona o era decorativa.
La vista desde la ventana de nuestra habitación era al patio de la Torre del Reloj y teníamos también una vista parcial de la bahía, con las colinas de Ayrshire al fondo.
La ventana del baño ofrecía vistas sobre el Firth of Clyde hacia la Isla de Arran.
Junto a las llaves de la habitación nos entregaron también las llaves de la entrada principal del castillo ya que éste se cierra al público a las 17 horas. Una vez cerrado tan sólo queda un reducido grupo de personas de servicio para servir la cena y el desayuno, y por supuesto los huéspedes.
Cuando nosotros nos alojamos estaban ocupadas tres habitaciones más además de la nuestra, pero la sensación que tienes cuando se cierra el castillo es de estar solo, ya que las zonas comunes y las instalaciones son tan amplias que puedes no encontrarte con nadie.
A las 15:30 horas, en el salón, nos obsequiaron con un Afternoon Tea. Además del obligado té o café había sandwichs, bollos, mermelada y pastas de todo tipo.
VISITA AL INTERIOR DEL CASTILLO
Hay recorridos guíados muy recomendables, que para los huéspedes son gratuitos, y que recorren la parte del castillo abierta al público.
El Culzean Castle era una sencilla torre fortificada del siglo XVI que fue remodelada por el décimo conde de Cassilis, David Kennedy. La obra fue llevada a cabo por Robert Adam, el arquitecto más famoso de su época, por etapas, entre 1777 y 1792, convirtiéndola en una de las casas más grandes del país y en una obra maestra de la arquitectura neoclásica. Pero ni Kennedy ni Adam sobrevivieron para verlo terminado, ya que ambos murieron con pocos meses de diferencia en 1792, poco antes de finalizar las obras. En el año 1970 el castillo fue totalmente remodelado. La visita empieza en la armería. Sus paredes están cubiertas de hojas de bayonetas, cuchillos, pistolas y trabucos.
Continúa por la biblioteca, que alberga una colección de libros antiguos así como cuadros de los distintos condes de Cassilis.
La llamada sala azul es la habitación que menos ha cambiado desde que Adam la diseñó. Se utilizaba como lugar de reunión para que los huéspedes pudieran disfrutar de una bebida antes de cenar. La habitación está dominada por Rosewood una mesa de 1820. La repisa de la chimenea es de mármol blanco puro sobre la que reposa un enorme retrato de 1746 de Thomas Kennedy, noveno conde de Cassilis.
El comedor está presidido por una gran mesa extensible en la que pueden sentarse un buen número de comensales.
En una de las salas destacan un arpa y un clavicordio, nuestro guía nos explicó que era la que se dedicaba a la música.
También había una sala de dibujo y pintura en la que se podía contemplar un cuadro de la reina María Estuardo.
La sala redonda, la más bella habitación del castillo, es un espacio elegante y curvo con un semicírculo de ventanas con vistas panorámicas sobre el Firth of Clyde. Era utilizada como sala de recepción principal. Una de las características principales de la habitación es la alfombra. La que hay actualmente es una copia de 1983 de la original que fue tejida a mano por cuatro hilanderas durante dos años.
Los techos de las diferentes estancias están decorados con medallones pintados por Antonio Zucchi.
En 1945 se donó de por vida el apartamento de lo alto del castillo al general Dwight Eisenhower en reconocimiento por su papel como comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Una exposición sobre Eisenhower ocupa una de las habitaciones, con recuerdos de su vida y una réplica del que fue su despacho en el castillo.

EXTERIORES DEL CASTILLO
Los jardines son tan impresionantes como el castillo. Tienen una superficie 565 hectáreas y una fuente decorativa domina el centro del jardín.
El castillo posee tres kilómetros de costa para explorar, que abarca playas de arena y guijarros, cuevas y piscinas de roca.
El acceso a la playa se realiza por unas escaleras de madera rodeadas de vegetación. Es muy relajante pasear por las zonas exteriores casi desiertas.
LOS ALREDEDORES
El área del castillo está rodeada por un bosque, llamado «Happy Valley», que ocupa unas 600 hectáreas y por el que se puede pasear libremente. La zona del bosque está abierta al público de forma gratuita. Familias con niños y parejas paseando a su perro son habituales.
A través del bosque se llega a un estanque con patos y cisnes. En las inmediaciones también se encuentra la réplica de una pagoda.
Cómo valoramos la experiencia de dormir en un castillo escocés
El histórico edificio y el entorno hicieron que disfrutáramos mucho de nuestra estancia en el Culzean Castle. Fue muy diferente a dormir en un hotel convencional.
Si buscáis tranquilidad e intimidad, sin duda os lo recomendamos. Hemos disfrutado de la habitación sin ruidos del exterior ya que el castillo se encuentra totalmente rodeado de naturaleza.
Pero lo que hizo que esta experiencia fuese realmente especial fue disponer del castillo cuando cerró al público.
10 opiniones sobre “Culzean Castle, dormir en un castillo escocés”