A día de hoy, los 828 metros de altura del Burj Khalifa de Dubai lo convierten en el edificio más alto del mundo. Este emirato, a orillas del Golfo Pérsico, es uno de los más importantes de los Emiratos Árabes Unidos. A diferencia de su vecina Abu Dabhi ha diversificado su economía, inicialmente basada en los recursos petrolíferos, hacia otros sectores como el turismo y el negocio inmobiliario destacando en su afán megalómano de crear estructuras que fuesen de las mayores del mundo. Desde hace algunos años, Dubai también se ha potenciado como un importante enlace aeroportuario que comunica Europa con Asia, Africa y Oceanía a través de su compañía de bandera, Emirates. En el viaje que hicimos a Kenya nuestro vuelo hacía escala en Dubai de camino a Nairobi y los Janonautas pensamos que sería una buena idea quedarnos un par de días en el emirato antes de continuar el viaje para entre otras experiencias subir a este megaedificio.