En la región del Alentejo portugués y muy cerca de la frontera con España se encuentra Marvao, uno de los pueblos más bonitos de Portugal. Siempre hemos pensado que esta región debe recorrerse en coche, pausadamente, tal como discurre aquí el tiempo, disfrutando de sus paisajes de campos de labranza, arboledas y blancos pueblos. Así lo hemos hecho en otras ocasiones (Évora, la ciudad museo) y de nuevo esta vez ese era el medio de transporte que habíamos elegido. Hay que detenerse en Portagem, de camino a Marvao, para tener desde la distancia una primera visión del pueblo y su castillo encaramados en lo más alto de la montaña cercana. Entenderemos en ese momento el sobrenombre de «nido de águilas» con el que se le conoce. Una vez lleguemos arriba comprenderemos además el porqué de Marvao, las vistas del Alentejo.